14/9/14

Océano (XVII): Destilado de Ambrosia

El cielo se rompe por el suelo.
Es mas consistente que un Trueno.
El Retumbe trae voces.

-¿Betriz? Por las Parcas ¡Betriz!.

La linea del discernimiento es flácida, plano ronquido, chasquidos en el hielo.

- Hola Metis... Metis... Metis...
- ¡Oh Betriz! ¿Es ella? ¿Como...como ha sobrevivido?
- Tenia que hacerlo...Ninguno...ninguno...ninguno...
- Ninguno dejamos atrás...- frio - Rece para que no tuvieras que recordarlo...

Sinceridad en un palo de hierro. Hierro vivo. Golpe de seda. Golpe de lino. Golpe liquido.

- Ni siquiera...Oh grandes señores... ¿Que he hecho?
- He sido yo Metis... Testamento de Amor de Ella...He sido Yo.
- Deberíamos...Devolverla...Quemarla...Lo que esta Muerto tiene su Lugar.

Llanto ardiente. Silencio antiguo. Silencio metronomico. Silencio alquímico.

- Deberíamos recordar Metis. Recordar y no olvidar nuestro Lugar.
- ¿Es ella?
-¿ Lo es? Si, lo es. ¿Que es...? También yo tengo que verlo en su Momento. Es mi Fe en ella.
Me revelara cuando Despierte.
- ¿Pequeña Mochuelo que hemos dejado que te ocurra?
- Lo que estaba cortado y tejido Madrina...Mio es el deber... de hacerlo... Bueno.

 Peso criminal. Gravedades escindidas. Abajos y Arribas. Delante y Detrás. Roce y Ausencia de movimiento.
El suelo es frio pero no lo toco apenas por que floto. Se nombra a si mismo en lo que me resuena a memoria como cristal. Cascaron grueso como un abrigo. Boqueo en su interior como los pececillos en el vacio.
Sal y esencia. Entran y salen impacientes. Abalanza una interrupción de la captación. Sobrepaso irracional completo. Cargado y Espeso. Dolor... Dolor... ¿Dolor?
Dolor. Reside eternamente. Los parlamentos inconscientes se elaboran. Sentidos bajo las capas apiladas de purgatorio corpóreo.
Esto es gusto. Esto es olfato. Esto es tacto. Esto es oído. Esto intenta ser vista.
Se entremezclan y se muestran confusos. Confunden a lo que les da significado.
Arman la evocación y algunas remembranzas se perpetúan evitando disolverse en el caldo de sensaciones que no tendrían que estar.
Percepción humana. Percepción personal. Percepción femenina.
Como un golpe aparece al contemplación ajena sobre mi cara.
Cabellos clarisimos de oro de trigo y cebada. Mirada de Ojos Brillantes. Vida aun corta. Vida intensa. Vida regada de improntas.
Cubre todo encapotando mi firmamento con la promesa de liberarme en la luminosidad de los faros de su mirada. Lo desborda por su carne de piel ovalada en blancura rosada en la media luna que no decide a decirme que curvatura tomar. Respira fuerte como un torrente que baje por su distinguido apéndice nasal.
Sonrió, cansada pero alegre y siento el cielo y el infierno al mismo tiempo.
Otras formas se acercan pero sus manchones son muy poco interesantes.
De repente este poco se desvanece como si lo arrancaran y prevalece lo que no me abandona.
Padecimiento. A partes glorioso y penoso.
Mi primer deseo seria que se lo llevasen pero comporte forma con el que agradece su respuesta a la pregunta de mi realidad.
Vuelve el contacto. La frontera entre fluidos oscila. Aire que me anega y otro liquido que me abraza.
He roto la barrera de su protección y Duele. Como nada puede doler mas primario e intenso que una primera vez de respiración.
Lo simple es llorar como un bebe pero arranco el movimiento a la boca con mas concreción y tino. Un gesto natural que no necesita pensamiento por que es pensamiento mismo. Hablo.
Flemas y humores se desprenden de mis labios hasta que mi voz surge de un túnel escarpado y arenoso.

- No......lo......Entiendo...

Hay formas con movimientos acusados a mi alrededor librados a la sorpresa de mis actos aunque no para todos.
Una voz me define con facilidad y de manera precisa. Una voz que asocio con el odio y el amor sin posibilidad de distinguirlos.

- Después de todo...

El fracaso en intentar verla se convierte en el triunfo de la inconsciencia negra.

Mis ojos y el resto de mis sentidos vuelven a alumbrarse sin una razón concreta. Un instante nada esta ahí mas que tus ensueños y al siguiente veo siento la tormenta de dolor y percepción. Ahora es mas completa pero también mas frugal. Como menos acuciante ahora que es mas conocida.
Estoy sentada en una especie de piscina enorme de colores inadecuados mirando a Metis y a Kebren y una mano dulce me arregla con primor el cabello.
Metis me observa repantigada en una silla con una pierna cruzada sobre la otra mientras fuma en una larga pipa de barro. Kebren se estaba inclinado hacia ella con un libro venerable en el regazo y el eco de su voz varonil se apaga por que al gesto de su compañera ha detenido su declamación.
Su amante viste completamente pertrechada para la guerra moderna y sus botas sucias parecen haberse usado hace poco.
El marinero parece mas informal pero aun así destaca la presencia de sus armas.
El fin de lo que estuviera leyendo en voz alta también ha detenido a mi enfermera mas cercana.
Sin mirar se que es Betriz. Todo huele a ella en esta habitación por encima del resto de aromas. Su sudor, su esencia corporal, sus simples perfumes.
¿Que es lo que ha pasado?

Estoy Muerta.

Ese es una certeza que todo mi ser me comunica.
Pero Respiro, Percibo, Siento y Pienso.
No es el Infierno. No es el Cielo.
Estoy en el Medio.
En los Palacios de Océano.
Noto que mi frente frunce el ceño y se desprende una costra purpura y negra.
La mano cuidadosa de Betriz me la retira con el tacto de alguien que es experto en la acción y la arroja al liquido que me rodea para que se disuelva y quede absorbida.
Se mueve y se coloca a mi lado y ahora puedo ver a los tres a la vez contentos y preocupados.
Falta un miembro del grupo y sin siquiera pensar por que pregunto.

- ¿P..o..n..t..o..s.?

Los tres se miran aunque solo Betriz se atreve a cogerme la mano. es muy valiente por que yo no me la cogería. Es una garra crujiente envuelta en una tracería de materias orgánicas en diversos estados. Intento tener yo el mismo coraje y aguantar y no repudiar su amable contacto. El Rostro de la muchacha esta serio pero calmo. Se asemeja mucho a su padre adoptivo pero a los pocos latidos veo mucho mas. Un recuerdo de una mirada en piedra a la que otorgar respeto reverencial.
- Pontos esta en la ciudad. En los tribunales eclesiásticos - explica sencillamente Metis.
- Los Popes están un poco nerviosos.
- Bueno, es realista amor - Metis se levanta dejando su pipa y acercándose hasta los pies de la balsa - Les es difícil de entender si hemos traído una persona real con alma o una abominación destilada en Ambrosía.
- Padre les hará ver la verdad.
- Yo estoy contigo, cariño...

Nuestros ojos quedan atrapados la una en la otra y se que lo que le preocupa es que no puede ver mi futuro.
Cojo fuerzas para hacer la siguiente pregunta. Va lastrada de mi propia consternación y confusión pero intento ser lo mas directa y lejana de mi misma. Me brota de forma rasposa.

- ¿H...i...j...o...s?

Metis frunce el ceño y sé que ahi hay un obstáculo sin embargo no me oculta nada.

- No me he puesto en contacto con ellos. Aun no puedo. Pero no puedo garantizar que Él no venga.
- ¿M...u...e...r...t...a.....................Verdad?
- Es...sencillamente complicado. - se aclara la voz y rehuye las demás miradas - Deberías. Tu ser debe haberse disgregado al entrar. No se te inscribió con la plegaria apropiada...
- Eso no lo he entendido - masculla Kebren.
- Ella no estaba en la declinación. Lo comprobé y lo consulte con Tetis. No era ni es uno de los Titanides...Ni por sueño, ni por alegoría ni por visión...eso...eso creo... creía.
- Así que entro libre a la muerte - la mirada de Metis es la mezcla de la culpa y la pasión de un animal acorralado. Asiente débilmente.
- Por que la llevaste allí - la seriedad de Kebren cuando viene es tan firme como sus sonrisas.
- Me lo pidió. Y también hice una promesa - dice Metis y por los ojos de su amante sobrevuela una sombra melancólica y resignada - Le prometí a Myla... - Metis casi pierde la voz mientras mira a Betriz - Le prometí a tu madre que te salvaría.
- Y no solo tu prometiste - Kebren me mira fascinado, nos mira a las dos.
- S....si.....

Así fue y lo sabia sin saber al saber que tenia que venir.
Toso y me incomoda el propio sonido pero necesito preguntarlo.

- ¿ Q....ue.........S.....oy?
- Se vera - interrumpe Pontos desde el Umbral - En el Funeral.

Parpadeo y el dolor de la caída de trozos de mi misma al desprenderse me sacuden

- Bueno, ahí lo tienes Tiznada, tu respuesta: Lo que has sido siempre - nos dice Metis con cuidado en las palabras - un regalo envenenado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Ketil, hoy pensaba en ti y en aquél clima que en un momento dado se creó entre algunos. Espero que estés bien y que sigan tus escritos llenos de fantástica cordura. Un abrazo.
Nuria