20/8/12

Cada Rizo Arrebatado

Suena el frio chasquido del también frio metal cortando el vacío antes de empezar.
Cálida se extiende la sonrisa como cálidas son las lagrimas que Annette no es capaz de detener.
Aun sabiendo que aplacar la solemnidad de este momento es lo mejor, queda al final un trecho que no conozco como salvar, y ahi mi hija lo llena con sincera desazón confundida.
Es cuando se atropellan las palabras, se tiñen de ternura y dicen mas con el tono y los gestos que con su contenido.

El ritual es sencillo y poco estrafalario, como para no perturbar mas allá de la concreción de los hechos a mi hija. Pero es difícil de asimilar a cambio, que una cierta pena, contrición y rabia se presenten.
Por eso lo celebramos todos juntos en familia de la forma mas sencilla y acogedora posible.
Lo que hay que hacer por los que amas se hace y esta no sera la cosa mas contumaz y terrible de lo que decidir tener que hacer por mi hija y mi hijo.

Hemos sido advertidos de ello y somos mezquinos si al final nos empeñamos en desoirlo.

Los Gauntleth protegen a sus niños de la horrible posibilidad heredada de los ancestros.
Nosotros, debemos emularlos, por la cierta fatalidad de que mi legado este unido tambien a las sendas de los Usurpadores.

Liberar a nuestra pequeña de ese destino bien merece unos golpes de tijera.

Pero aunque las razones ella las entienda con su directa perspectiva de siete años y comprenda la inevitabilidad de las decisiones tomadas por sus padres, esto no difumina el visceral resquemor y la rebeldía a perder ese atributo suyo que daba por sentado.
Es una niña que toma la vida con franqueza y con esa sinceridad seria lo mas justo actuar pero es la parte de los padres y de las madres el saber como cuidar a los hijos. Y ganarse sus cabreos.

Están pasandole muchas cosas.

Su iniciación espiritual.
El regalo del Lobo de su Padre.
El despertar de la consciencia de la falibilidad de sus progenitores.

El juego y la seriedad se barajan en la misma pila con la disciplina y aunque hoy la convenza de que las dos nos cortamos el cabello para vencer el calor de nuestra nueva casa aquí en Tana, quizás cada corte sea una duda puesta por cada rizo arrebatado por la tijera. La duda de no poder escapar a la severidad paternal.

El bronce con el sello de la divina justicia grabado en alborano corta delicadamente los mechones hasta no mas de un dedo de largo.
Como nos enseñaron.

Mientras Asier enjuga las lagrimas de su hermanita con chanzas de fraternales, mi voz ora sin sonido por la protección de los poderes a través de palabras una y otra vez memorizadas.

Le acaricio la cabeza encrespada al terminar y la dejo ayudar a su hermano a cortar mi cabello con las tijeras de barbero prestadas por Brann.
Su angustia se pierde en su infantil curiosidad y en su incansable llama creativa.
Sonrió y río con ellos a ratos escandalizada con los comentarios nada halagüeños del resultado.
Los dos disfrutan mucho teniendo a su merced por una vez a su madre.

Después es Asier es el que se deja hacer.

Y la tarde se transforma con la ganancia de distensión y tranquilidad en una tarde mas en Familia.

Ojala también estuviera Anibal pero su decisión le ha llevado lejos de nosotros en presencia.
Deseo que nunca en espíritu.

Luego quemare los rizos cosechados de Annette, purificando su sacrificio al fuego y preparándome para cada luna de su auspicio volverlo a hacer.
Poco a poco y no lejos iremos enseñándole el por que de esta tarea y de la existencia de los usurpadores.

Mis ruegos son para que no sea muy largo el tiempo en el que recupere la potestad sobre su cabello y eso signifique que este a salvo y que la inocencia arrebatada retorne como lo hizo en Asier aunque por un camino menos traumatico.

Los míos, casi todos, los enterrare en la sima de un lugar secreto. Camino de la oscuridad inframundana por el que la muerte lleva y trae a los espíritus. Para ofrendarlos.

Uno no. Ese, el mas precioso, lo he guardado como marcador entre las paginas del libro de los salmos con la esperanza...solo eso con la esperanza de que un día sea reclamado.

La esperanza.

Constituye el calor que emana este ritual tan antiguo enfrentado a los malditos.
Que no se la llevaran.
Que hora tras hora se aleja el hecho de que usurpe su cuerpo con un vil maleficio.

Nada esta garantizado pero lo que debe estar, esta. Lo que se debe hacer, se hace.
Hasta que se avenga el buen cambio.
Tiempo al tiempo. Esfuerzo a esfuerzo. Cariño sin pausa y sin condición.

Asier se queda conmigo un rato.  Los dos nos sentamos al fresco de pórtico de lona de la tienda que es a medida nuestro hogar.
Annette se ha marchado cuando los chavales de la orilla se acercaron a buscarla y después de que una barahúnda discutiera en cuatro idiomas que si necesitaba o no un nuevo apodo por su nueva condición. Cuando se alejan, la discusión pasa a otro lugar y a otras reglas que solo pertenecen a los niños.

La observamos corretear de aquí para allá en la invernal luz del crepúsculo.
Asier la mira orgulloso y alegre envuelto en un silencio meditativo y profundo.
Aunque sé que es un adolescente con reacciones de adolescente no puedo evitar cogerle la mano maternalmente. Así pasamos un poco de tiempo en calma. Sin pensar en nada.
Luego también se disculpa señalando que tiene que hacer algunas tareas antes de que cenemos.
Me besa. En la mejilla agradecidamente y esa gracia se la devuelvo.

Me deja debajo del umbral y vuelvo adentro para aprovechar y encender con parsimonia las lamparas.

Cada rizo reposa en un gran cuenco y hacerlo arder bajo las palabras precisas y justas es muy sencillo.
Oraciones iluminadas en el sello alborano.
Frio metal el bronce en mi mano.
Besando delicadamente la curva del cuello.
Otra posibilidad.
Una mucho peor.
Una que contemplo para saber que existe y para guardarla en la profundidad de mi ser en el rincón que sirve para olvidarla.
Solo por la brevedad del instante en soledad ha aparecido funesta con su futuro impregnado en sangre.

El camino por el que pelear retorna regado de la inocencia truncada de estos días, quizás vendrá en los ropajes del amor verdadero. Ese es el misterio que no conoce una madre, pues ese es el designio del futuro y es esquivo a las intuiciones  que vienen con la maternidad.
Si me es conocido, por otro lado, el gasto hasta el ultimo aliento de esencia del lazo de vida que Annette y Asier y yo compartimos.

Vida como vigor de llama continua del cariño como herencia, felicidad como tiempo perfecto juntos, gracia como el estado iluminado de estar donde tus actos te han de llevar.

El infierno es ahora, si no lo ha sido siempre, una mala opcion por la destrucción que sobre Asier y sobre Annette se conjuraría.
Consecuencias que hoy y ahora no están preparados para afrontar.

Estos rizos que se consumen son mas tiempo para ellos.
También lo es que seamos una familia reunida para variar.
Tiempo para que vivamos y adquiramos la sabiduría y el centro que tienen a la espera por descubrir.

Para encontrar su sino mundano o divino o el de esa mezcla que nos rodea y se recuerda en la intimidad.

Busco a mi pequeña Nette entre la chiquillada y la llevo a casa para que se lave, me ayude en las pequeñas tareas y disfrute preparando la cena.
Dejamos listas unas ensaladas y un poco de carne para cuando Asier llega y dispone la mesa mas sucio que Annette e igual de sonriente.

Después hablaremos, llamaremos por teléfono (gracias Mina), y nos cepillaremos el cabello y pelearemos para que se duerma en la cama, con algún cuento o algunas canciones.

Ya es medianoche cuando me levanto y me envuelvo en el clamide y salgo al frio negror nocturno con la intención de cumplir el ultimo cometido.
Asier se mueve ligeramente en su lecho.
Abre un ojo. Comprende.
Me agacho para besarle el cabello y se deja.
Lo mismo hago con Annette.

De día, casi todo el día somos nosotros juntos.
De noche, mas entrada la oscuridad, en la hora de las brujas solo estoy yo, pero no sola.
Mi hijos viene conmigo y yo con ellos.
Me arropan en las oraciones aun desde sus camas.

No podrán ayudarme a dormir.
Pero si a sentir el calor de la esperanza.
En la tiniebla de la cueva donde rezo.
O después en el borde de la entrada, bajo el cielo mas estrellado del globo, cuando abro el libro por la marca de cabello que indica los pasajes que quiero recordar y de memoria leo.

El Negro

Me mire al espejo hace menos de una semana y era distinta.
Hace una semana la diferencia estaba bordada de la claridad.
Cogía brillante el color de la expresion de mi rostro y de mi atuendo y lo mostraba sin pensar.
Tenia sonrisa. Habia deseos. Vivia olvidando la realidad.

El color que se arraiga hoy en mi es el Negro.

Negro neutro y sin exceso. Casi sordo. Sin hacerse notar.
Ausente de matizacion en la superficie pero si llenado del significado en la hondura por debajo.
Camina en la frontera de lo tenebroso pero alejándose de allí con pasos derrotados.
Libera al ojo observador una sentencia funesta desde el interior y el exterior.
Sella de duelo la tristeza que siento

Aparece una cinta negra en la cabeza conteniendo los rizos.
La lana del Peplo y la túnica son ya también negros sin adornos.
El mismo tono y pasion ha ido tomando el ceñidor y el hilo de la cintura y la superficie del Clamide.
Las botas y las medias siempre han sido negras asi que solo que se mantienen ahora.
Nada de maquillaje o pintura pero eso casi habia desaparecido tiempo ha.
Pero la presencia de ningun olor, de ninguna pizca de de aroma de esencia o perfume eso si es nuevo.
Mi propio olor, mi propia esencia, esparcida desde el borde de mi sin ningun filtro, simple, involuntaria, real y cierta.

Mi cabeza y mi cuerpo dicen lo que tienen que decir por mi sin que yo lo estropee en el proceso.
Es un rastro sutil si no estuvieras atento pero palpable de ver en mis ojos culpables y consumidos. Alimentados de la desazón de contemplarse a si mismos y al alma, sea lo que sea lo que poseo, de la que hacen espejo.
No son el reflejo de un estado pasajero que tenga un receso después.
Han ido gradual e inadvertidamente creciendo hasta que yo misma me di cuenta.

La asimilacion del los hechos que ahora recuerdo y que anteayer no aparecian y ayer volvieron.

Eugen no es culpable. Lo único que hace es ofrecerme en bandeja la posibilidad de evitar que huyera y me escondiera de mi, obviando lo que he hecho. O de que me escapara definitivamente vil.

Me he desterrado de mi propio sueño, días y noches en vela por que despierta la angustia, el asco y la nausea son mas fáciles de combatir.
Mientras mi inconsciente ha ido construyendo el testimonio.

El Negro es la epidermis del impulso mayor que me arrebata por dentro.
El luto por quienes he matado directamente con mis actos o sutilmente, no solo esta en mis ropas, disposicion y gestos. Solo empieza ahi.
Y desde ahi escarba hacia el subsuelo y la profundidad del Inframundo.

¿Que rebusca?
No lo sé sinceramente. No tengo el control sobre ello pero no lo freno.
La voz que quiere ser lo mas grande, y me seduce desde que tengo uso de la razón, no para de invitarme a ello.
Para que lo haga de una vez por mi misma. Para que desate todos las constricciones.
Haz lo que deseas. No cohabites con el remordimiento. Eligete.

El negro aterrador del infierno opalino de Eugen ya me ha sido predicho.
El infierno es seguro lo que merezco. Ahora y Después.
Y la Negror no oculta la sangre y los pecados de sangre.
Es esa sangre. En seco Negro.
Mi vergüenza expuesta al exterior sin otra explicación que la convierta en martirio.
Esa es la visión del corazón conectado a la contemplación del dolor y la muerte de los otros.
Explota hacia fuera en un estadillo de unico color.
Negro e imperfecto duelo.


¿Que nunca lo hubiera hecho antes ni consciente ni inconscientemente es Explicativo?
¿Que lo haya hecho tan incontrolada e irracionalmente, es sintomático?
¿Que importe de verdad, no resta que sea verdad?

Escribo hoy sobre ello y ya no comprendo si es una mancha de vanagloria o de verdad la primera expresión
de la compresion de lo que estoy siendo.

Sinceramente la oscuridad esta sobre mi. Mi mente esta confusa. Mi espiritu cansado. Mi corazon porfiando y mi alma es opaca.

Ariel, Miguel, Max, Paula, Eteko, Elias, y mas... Rasty, Lucia, Fungus, Alan, y mas... William y su familia. 

El Dolor de pena y duelo es real.


Claro y Negro.

18/8/12

El Rey (Perdido y Encontrado)

 Ya no se queda en la punta del conocimiento.

Sonríe travieso, junto a un té, cuando habla de su esposa justo ese instante después en el que cree que ya no miras.
Es elegante, de buenas maneras y porte y sabe comportarse en los momentos precisos y tensos.
Define una presencia verdadera que afianza el primer encuentro en los bosques de Oxford.
Brota en detalles como un paisaje entre la niebla, tantos detalles que no quiero perder.

Su nombre. Su nombre es importante, no debes olvidarlo.
Se llama William, William Gauntleth en primera instancia, de Clarence y Vorta cuando se destapa la realidad.
Un apellido de un peso en los corazones y en la historia, aun sin ser conocido por la inmensa humanidad pero que cuyo vacío se expande el tiempo que ha llegado a faltar.
Ausencia impelida por desesperados actos en un barco.

William,... William enfrenta su espada a la ira de la Oceanide sobre la falsa tranquilidad del lago Annecy. La Furia se descarga sobre sus tiernas espaldas humanas. Ganador del tormento de una maldicion inacabable que lo lleva oculto bajo las profundidades del Lethe.
William salva a la poblacion de Annecy y el precio es la perdida en el el olvido sin consuelo de su herencia de sangre real. De su persona. De su familia...

Dura y enervante es la venganza de los terrible poderes. Enervante por la sombra de hombre que deja en todo el mundo y que recortada en profundidad como una herida sin posibilidad de sanar, perdura en los que le llegaron a conocer, y en los que mas le aman sin recordarlo.

La tierra no aúlla y el frescor no se marchita patentemente. El cielo no se torna mas gris y los pajaros no cantan fúnebres.

Sin embargo. ¿Que es esa nota que no acude en el trino?
¿Que es el tono de color que deja un hueco?
En cada forma conscientemente una relación vacua nos llega.
Una falta. Una falla.

Hasta el Diablo ha venido a actuar, diez planes malvados arropando el camino a la verdad y al redescubrimiento del prodigo perdido tras el reverso de la memoria.
También a los Malditos el hueco ha atraído hasta nuestro caminar 

William...William...William...William...William.
Charo graba su nombre en el brazo con la punta del cuchillo.
Mi cabeza no para un segundo de repetirlo en silencio una y otra vez.
William...William...William...William...William.

Detalles. Vivencias. Historias.
El Norte lo vio nacer.
Su carne y sangre, Su estirpe mora ali entre el fin de un mundo y el principio de otro mundo.
En la frontera de los países ancestrales, distantes, contantes y nunca muertos.
Tierras que lloran por las personas a través de sus ojos.
A veces sin lagrimas visibles como Shelma, su mujer. Pero que no se vean no borran que no estén ahí.

Aguas puras contra aguas densas.
El mar de la vida enfrentándose en guerra contra el mar del olvido.
La Oceanide no tiene fin en su determinación de Venganza.
Muerde cada pedazo de la familia con ciega pasion.
Una marea que azota espirutal como fisicamente los cimientos de la Familia Gaunthlet, para algunos llegamos tarde para otros el tiempo nos lo dejara saber.

La corriente se aleja por ultima vez con la marea que ha dejado a William en el rescoldo de la playa.
El agua le empapa goteando de los cabellos greñudos y deja rastros finos de sal.
Son manchas blancuzcas que parecen estar desbordando hasta sus ojos sin mirada.
Como si la emborronaran una y otra vez en cada momento.

Respira ansiosamente luchando esforzadamente con los intentos de palabras que no le brotan mientras descansa en mi regazo.
Físicamente su estado no es malo, muy parecido al de un marinero venido de un viaje por alta mar.
Sin embargo la huella, en este hombre de bien y valiente, del tormento no se puede obviar.

Mira hacia Charo. Casi realmente mira a través de Charo como si fueran mas patentes las figuras evanescentes que se ven mas allá: Primos, Tíos, novios de sus hermanas ya apenas visibles pues se están marchando ya.

Los arrastrados por la marea de fuego hasta la muerte y el olvido hasta que se ha roto el hechizo.

El olvido se va borrando. La magia que usamos no puede despejar la muerte de sus seres.
El ánfora que sostiene Charo se ha bebido la esencia de la Oceanide y brilla con suave iriscencia azul.
El poder de su magia hace que te de vueltas todo el cuerpo solo de mirarlo y te marea como ligero vaiven de aguas con solo la cercania de su presencia.
Cientos de años de prefeccionamiento y destilacion para cumplir la funcion que la vio nacer se extienden en toda direccion.
Contener.

Sin embargo no transmite este final el alivio de la conclusión y menos el del triunfo.

William reposa sobre el suelo.
Su cabeza apoyada en varias prendas enrolladas a modo de almohada.
Un atisbo de semblanza con Pola me recuerda su estampa, pero desbordada de mayor locura o quizás de una diferentemente, aplicada con mas desenfocado horror pero mas profundo.
Una mirada común de la Pesadilla. Un punto que no se desvanece en la vigilia.

Shelma esta en mi corazón cuando las lagrimas me recorren las mejillas ásperas y sucias.
Es una tristeza triturada y mezclada con gotas de lo que no puede ser satisfacción.
Una parte positiva tan leve que temes que vaya a ser arrancada por el viento.
Casi como tener algo que no llegara a poder ser.

Olvido mi tristeza en un arrebato de recato y vergüenza que seca mis lagrimas a manotazos.
Acaricio la mejilla de este hombre perdido y encontrado y le beso la frente bajo una cortina de rizos sucios y desmadejados.
Entonces susurro las notas de la melodia que trajo Karel de vuelta al mundo y las cantan Charo y Joseph y Anibal se las enseña a hermana de William y su tio. Una esencia del balsamo de la esperanza y de la gracia se condensa en su cadencia, iluminada por la voz de Charo y por la calridad de Joseph y aupada por la fuerza de lo amigos, familiares y extraños.
Capaz de a un rostro al que abandonaron las lagrimas hacerle llorar rieles de sal.

Karel transmite la esencia de lo perdido y encontrado.

William estaba sediento. Como una vez lo estuvo en un lugar de pesadilla Pola.
Él, mi pequeño hermano llevo hasta allí una balsa de música que pudo ayudarlo.
Con nuestra voz  William comienza a beberla con un pequeño sorbo.
Una gota para la esperanza en un largo y duro Reinado.

15/8/12

La Tension en la Cuerda

La última palabra en la rabia de Anibal.
Esa es la que ha restañado como la mordedura de un látigo por debajo de la piel.
La que me ha pedido que no tensara mas la cuerda atajando antes de la replica que florecía en mis labios.
La expresion de de la ira dolorida y ciega. Indefinida queda de cual de los dos.
Pues mancha de tensión exprimida hasta el limite la totalidad de los momentos que han transcurrido.
Muy detrás resta la consciencia del peligro de mi propia supervivencia. La decisión de tragarme las siguientes palabras destiladas de bilis tiene mas de reacción al dolor que veo que al posible miedo de que me pueda matar.
Cuando él se marcha abruptamente dejando el vacío de su presencia en el salón esa metafórica cuerda que menciono es como si se quedara expuesta ante mis ojos.
La imagino trenzada a pocos, sin necesidad de dejar ver su fuerza, por el grupo de personas unidas que con el tiempo identifique y me dejaron llamarles mi familia.
Y esta restallando ahora, en mi imaginacion o en otro lugar cercano, como el cabo que no soporta mas el esfuerzo al que le están sometiendo. Y proyecta los pequeños hilos de su confección en desordenadas explosiones de fina rotura.
Rompen sin sonido pero aun soy capaz de oírlos. Cualquiera seria capaz de oírlos.

No es el diablo el que tira. No es Él el labrador de tan titanico esfuerzo.
Él solo es el maestro que nos enseña.
No parara, hasta que aprendamos de la contemplación del efecto de nuestras manos mutuamente despellejadas, los actos que rompen la confianza, la convivencia y en el extremo el propio amor. Los actos de nuestra perdición y pecado.

Puede que el maligno nos haya tocado de nuevo, embutido en el traje principesco de Eugen, pero sin embargo el mal y sus consecuencias ha sido puesto y servido con nuestros propios esfuerzos sobre nosotros.

Recobrar del olvido de la mano de Eugen otro pecado mortal cometido y otra debilidad que al final sufren otros, es solo recordar. Uno de los cabos sueltos desde los que tirar y empezar a deshilachar. Pero fui yo la que lo saco de la madeja. La unica culpabilidad esta en mis acciones.
Él solo hurga en la herida.
Tanto como con la frustración que la visión de Annette a solas con el Diablo sin poder hacer nada conculca para Anibal y Charo.

No cuenta el tiempo que le has dedicado a evitarlo o el cariño interpuesto con la esperanza de que lo mantuviera alejado. La intención de la paz interior o el haberse prometido esto no lo dejare hacer.
Después viene el propio destino o tu propio miedo o la sombra de la ignorancia y te hace caer mas abajo desde el punto del que te habías aupado. Diciendote lo clara que era la mentira.
Hay una abertura al desamparo en tu ser cuando hagas lo que hagas siempre es igual.
Entiendo el furor de Anibal al enfrentarse a su sonrisa y sus falsas maneras civilizadas poniendo ponzoña en nuestra hija, despertandola de su inocencia, llegandole a través de nosotros.
Entiendo la furia al mirarme en el espejo y comprender que no ayude a Alan o a William.
Esa ira es parte de las fuerzas de la destruccion. Morderla y tragar su extracto no es una y otra vez facil.

No es la indefensión ante un poder superior si no la aprendida ante las propias fuerzas exiguas y el talento deficiente y la falta de sabiduría. El paradigma de prisionero, que encerrado en una celda no puede asir ninguna esperanza si se le arroja al caos continuamente, crece pues él mismo esta como carcelero y actúa en contra mas veloz de lo que puede reaccionar.
Algunos de nosotros se da cuenta y el negarlo es la victoria de nuestro mal.
Otros nos damos cuenta fatalmente tarde y cuando saber ya es un mazazo que remacha el daño.

He probado todo los caminos que he vislumbrado. Pero uno tras otro se han ido derrumbando o cegando hasta nunca ser capaz de afianzar uno solo.
¿Quien me conduce?
¿El destino? ¿La mas triste falibilidad?¿O ese titiritero loco que es el miedo?
Quizás la sospecha que repta por los que me conocen es verdad y no es casual tener esta extrema facilidad en convertir la nueva ruta en caída y muerte. Un agujero continuo que se traga lo que me rodea.
Quizás esa misma duda es lo que me conduce a pensar, a sentir y al final fracasar.
Eugen lo sabe. Sabe perfectamente y con toda la infinita claridad que es y cual es su naturaleza.
A Él lo hace simple. Le permite leerte hacia el empujoncito sutil y en el momento perfecto.

Cuando creí que lo estaba haciendo bien se lleva a mis hijos o, los toca y los emponzoña con  la posibilidad de encadenarse al tirón de mi destino que se precipita hacia abajo. Un sino anmargo que cada vez esta mas claro.


Esta no es una carrera pero si se que hoy y ahora estoy mas cerca de la condena eterna que de la gracia bendecida.
Y sin embargo con todo ello en la cabeza y en el pecho, con todo el flujo de errores y desgracias de una vida, con la certedumbre de la destruccion del matrimonio y el amor de Marion, de la falibilidad en el juicio de nuestros mayores o del fin de la niñez de Annette, por un momento, por un largo segundo la llama negra de la irritacion y la colera borraron toda esa nitidez en la construccion de la puya egolatra.

Respiro con una frialdad alejada de la calma. Es algo distinto.
Quiere ser tranquilidad pero agolpa tanta concentración y reacción que el tono de la emoción es nuevo y vacilante.
Son inspiraciones y espiraciones largas y profundas como si el aire fuera denso y costara.
Cierro los ojos y cruzar las manos sobre el pecho es como lo apropiado para relajar la presión aunque no consigue nada de eso. La sangre mana de la mordedura que le inflijo a mi labio.

El efecto es que nada evita que este abierta a todos los sentimientos.

El deseo primario.

Lo único que deseo es ser buena persona.
Sin embargo; ¿Como con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas, nos engañamos a nosotros mismos y me es tan sencillo fluir hacia los pecados?

Entonces la primera premisa es una mentira.

No por que no exista si no por que se cancela con las verdades que habitan por debajo.
Que lo que realmente quiero es ser querida y que no arriesgo mi vida cuando la situación ofrece a esa apuesta.

Si miro adentro reina la confusion de una lucha de poder sin cabeza. La algarabía de la vibración de un cordel que se estira.

Miro afuera entonces.


Annette. Marion. William.

Roturas en la comunión que aun no son heridas.
Mi hija necesita cariño,firmeza, y sabiduría .
Marion querra objetivo, perspicacia y espacio.
William exige rescate.

Abro la boca. Junto las manos. Rezo una oración de una sola frase.

"Por favor, ayudalos, protegelos y salvalos "

El tiempo vuelve a pasar como un suspiro en el que vuelvo con Annette en su cuarto y Asier al teléfono y la reunión de la familia continua en Etiopía. Las palabras en el viaje son de promesas lo que no va a pasar, de lo que no se debe tener miedo. Cuestan por lo consciente de saber que cumplirlas tiene un esfuerzo que no se como realizar.
También hablo con Marion. Esta bien y no lo esta que para una vieja creyente su propia capacidad de percepción de los sentimientos de los otros que soy es un asco de descripcion. Pero en el batiburrillo de pistas creo que aun herida ella esta mejor que yo. Lo que no es mucho. Y no significa que le de la espalda.
Nuestra relación es tan sincera como oscura.
Lo que nunca adivino es quien aporta que de las dos.


Por William vuelvo a París por una ultima vez como su habitante.
Como la residente de un hogar que amo y debo abandonar por ello.
Un lugar que acoge a Joseph, el Hombre que temo herir.

Esto debe hacerse. Quizás sea una aventura. La ultima. Depende si al final todo se rompe.

Voy sabiendo que volveré a perder.

7/8/12

Regina

La Custodia y Guardiana te tenga en su regazo niña.
Extienda la bendicion sobre la tierra y las aguas.
Proteja a los tuyos, a los que te rodean y aquellos de igual inocencia.
¿Carecera de importancia chiquilla quien seas?
¿El futuro te predestinara un signo de destruccion como el nombre de tu linaje anuncia?
¿O te deparara un sino sin macula tras el cruce de nuestro encuentro?
La Diosa abre caminos nuevos: Blancos para los Maldecidos, para los Luminosos, Umbrios.
¿Que sera en ti, medianoche o mediodía?
Sin embargo la llamada de su presencia no es clamor de victoria.
Abre la puerta y camina con la antorcha a tu lado doncella Kore.
Solo si el trayecto que se pretende quiere ser tomado.
¿Eres Regina reina de tus actos que vienen y vendran?
En Annecy eres solo una niña con una piedra que te guarda.
En los sueños que se cruzaron eras la hija de la Condenacion.

En el porvenir de los mundos rezo que seas uno de los Justos.
Que nunca tus hombros soporten de los Malditos y su Reinado, el Manto.
Mis manos, mis ojos, mi lengua obren por la Protectora su trabajo.

6/8/12

Una Travesia en Barco

Repentinamente se me aclara la mente y me sacude con la angustia de una cruda revelación.
Cada temblor que no se apaga insiste en la repeticion de una pregunta concreta.
Es como una tonada de acompañamiento a la condenación fija entre la garganta y el reverso de los ojos orquestada por el ruido creciente del latir interior y de la falta de aire.
El terror no se repliega si no lo que se enfoca es el raciocinio y este, avasallado por la confusión, se filtra cautamente a otro ritmo, mas lento y mas seguro.

Deja libre al miedo.

Un miedo afilado sobre la doble dirección esquiva de lo que no puedo intuir mas que como fulgurantes destellos en el rabillo de los ojos de mi ser y que se comunica por una vía muy oscura .
Un pánico indefinido que medra dentro de mi  por la conexión con el otro lugar cuya ausencia es peso en las entrañas. Que esta creciendo y creciendo. Que no se muestra nada mas que como miedo sobre miedo.

Martilleante resulta la incomprensión de lo que ha pasado pues, lo que era una travesía en barco sin ninguna complicación resulta que no lo es y el quiebro lo crea el no saber racionalmente por que.

En medio hay una rotura incrustada de los hechos de tal manera que se hace extenuante por su forma de no ser factible. Si hay prueba de esta quebrada esta en nosotros entre un punto entre toda la verdad y la vaguedad del saber dicha verdad. El que no se te permite definirla mas que por la certera realidad de la falta completa de algo.

En las huellas de la estela que el yate traza sobre el lago de Annecy falla una y lo peor es que no hay forma veraz de convencerse de ello.

Tengo un miedo atroz escarbando por mis venas. Aun hoy se expresa patentemente.
Pero no encuentro ningún gancho al que asirlo que le de sustento que no se diga una y otra vez que es una locura.
Para nuestra memoria partíamos hacia menos de media hora de la ribera opuesta a la ciudad y ahora flotábamos a la marcha mas lenta camino de los embarcaderos de su pequeño puerto.
Sin un ápice de diferencia de lo que se tenia acordado. En medio, en el transcurso monótono de ese tiempo, un pináculo incomprensible de terror se despliego en un instante mínimo que no encaja y pelea por difuminarse en los pliegues de las capas de las frases mentales que te insisten en que eso no ha sido así, no seas absurda, no pudo ser.

Lo elevado de su pico lo congela por encima del manto de agua que anega la memoria con la sensacion de que algo ha ido mal. Que alguien falta.
Es un nudo en todo el interior, nace en el estomago y afloja el vientre y se lleva el aliento y disturba los pensamientos.
Es la asfixia del alma o el ser o los dos al tiempo.

Ludmilla lo mira penetrantemente con ese cambio duro en sus ojos que no desaparecerá al observarme y que en estos días mas tarde se ensombrecerá con las palabras que el amor y el terror pueden pergeñar en su extraña copula. Palabras que puede dirigir a mi culpa y silencios que sembrar, como cargas que se dirigen a dañar hacia la profundidad de los compañeros y amigos.
Todo pesa como un lastre al que no quisieras llegar a acostumbrarte pero del que si te liberaras forzadamente seria mucho mayor el mal. O continua la pelea o la sentencia sera firme y se rubricara.
Lucha que merma,o peor, cambia mis fuerzas. Agota. Apagar la Ira, retirar el Miedo, descubrir la Soberbia. o dignificar la Lujuria. Agota fracasar.

Cada vez estas mas lejos de los pensamientos sabios. La hartazon te susurra el camino rápido.
Continúo navegando esa travesía informe e insustancial a la que encomendarse conjurada día y noche a un equilibrio que no llega a completarse, en el que mantener la razón a flote se opone a lanzarme a masacrar con el cuchillo las paredes o empeorando mas la situación no hacer nada.
Actuar como si no pasara absolutamente nada.

Bregar con este imposible dolor sin perder la noción de que pertenece a Otro tanto o mas que a ti y que no mandes al olvido y te deshagas de ese sentimiento.
¿Que es esta enajenacion? No lo sabes. Lo unico que te da es que siempre estara ahi y que no debes dehacerte de ella.

Asi, entonces, bocanada a bocanada respiras como metida en gruesa agua.
Ciega, Confusa, Aterrada por que lo como lo que se queda en la punta de la lengua algo resta al borde de tu espíritu y de tu alma.
Alguien sufre. Alguien siente el mayor terror..
Solo. Fuera del abrazo confortador del mundo.

Si mi ser describe el horror, Él lo habita.
Alguien mas que tomo este desdichado barco pero no llego a destino jamas.

1/4/12

Los Monstruos de la Razón merecen el Olvido

Los Monstruos de la Razón merecen el olvido encierra demasiada poesía para una emoción posesiva que raya la ira.
Pero, gracias a la Guardiana, que aun, milagrosamente, es posible atemperarla con la elección de las palabras justas.
Dichosamente, la Poesía consigue siempre canalizar los humores hacia un necesario y estable equilibrio.
El que contrapesa el recuerdo de la mirada, de manos crispadas, que no puede obviar que están profanando a todas las personas de una ciudad, pero que no deja ciegamente arrojarse a la senda instintiva de hacerles pagar como sea.
Esa constante proeza en el condenado filo de marcarnos la diferencia.
Esa danza que nos ocupa y trata de no incurrir en lo fácilmente que puede ser, el que el continuo roce con el Enemigo nos absorba y nos lleve hasta ahi donde no podernos diferenciarnos de nuestro Contrincante.
La Rabia. El Orgullo. El Miedo. La Razón Fijada. El Pecado en todas su formas capitales o no.

Hoy y aquí la premisa de que a mas pecado no se puede aspirar, para armarse contra engañosamente un mayor mal, se deshace en migajas si no has perdido aun la perspectiva de que el mal es el mal.
Liberarse de cualquier moral disfranzandolo con una excusa es una Maldad.


Pero enterrada el Alma en ese cada vez mas desesperadamente profundo Pozo en el que se cree no se puede caer mas bajo, las luminarias nihilistas de Bertolet y todos los demás hiperracionalistas de la vacuidad, ya no contemplan otra cosa que el agujero y no conciben otra existencia que el cavar.
Profundizando hacia el infinito en la desolación de su espíritu inhumano.
Destrozando con torturas a niños, sobretodo a niños con el don incólume de la imaginación.
Acaparando el engañoso espejismo de un poder capturado.
Pretendiendo que se puede usar en guerra para enfrentar al verdadero mal de los Malditos

Piensan, bajo el prisma desintegrador de la luz de la vida que pusieron sobre sus ojos, que solo con el poder se vence a la oscuridad, y que da igual que se arrebate por el pecado.
La vida, los cuerpos, las personas, sus espíritus son armas de ataque que emplear sin remordimiento.
En pos de la Victoria. Solo importa la victoria. Por el poder.

Así, defenestran sus propios cuerpos en el proceso, creyentes de que la Idea es lo único conectado con la divinidad, pero su mayor sacrilegio esta en convencerse de la insignificancia de cada hálito de vida ante la promesa de un bien mayor.
Yo no puedo rebajar la vileza y la estulticia de los Malditos, de la cual soy muy consciente en su intensidad, y pero si igualar su punto de partida de ambición y orgullo humano a este despellejamiento del Alma hecho con toda la alevosía y rotura que se puede concentrar.

Eso si lo han conseguido los Habitantes del Agujero.
Se han conseguido igualar.
Ya son Monstruos.

Todos somos monstruos, en algún grado, en esta guerra en el infinito, pero si sirve de gran diferencia, las increíbles o aterradores portentos que brotan de nuestras manos tratan de nacer siempre de la responsabilidad ante la Ley Eterna y ante los demás. Luchamos luchando por no abrazar al Monstruo.

El Pozo se ha envuelto en su Capa de Pecados.
Ya no conciben otro cosa.

Lo que han levantado en Annecy los descreídos creyentes, es una falsaria alucinación de sus mentes desprendidas de humanidad.
Una deformación que al final engulle a las victimas que se buscan siempre: a los inocentes.
En este caso con mayor hiriente hervor a los niños, y como los fascinados psicópatas atraídos por el sabor de la sangre que son, sobretodo a los que resguardan un aspecto especial de conexión.
La Unión con la amplitud sutil de este mundo hacia el infinito.
Como a Elizabeth. Como a Chloe.
Mancillan los sueños de Anieska, de Martín.
Tergiversan la carne y la piel y el espíritu de Jean Clode hasta la forma de lo abominable y sin vuelta atrás. Atormentan indescriptiblemente sin limites al completo de una apacible ciudad.
Y eso sin ver que milagrosamente aun en su ordenado patrón patológico de manipulación y derribo, de robo y estafa, existe y existirá gente con la capacidad de luchar contra ellos con el heroico esfuerzo de alzarse sobre el resbaladizo hielo del miedos.

Nombres como el inspector Valjean o su hija Clodette que rescatan niños aterrorizados de las calles, casas y todo tipo de rincones infestados de adultos forzadamente privados de raciocinio.
Gentes con el poder que importa que es el del corazón inspirado por la cabeza.
Y viceversa.

Los Monstruos ni siquiera presentan batalla formalmente.
Escondidos en su Agujero los fuimos neutralizando mientras trataban de obstaculizarnos con aquellos poderes que manejan.
Lanzándonos a aquellos en los que han ido hundiendo mezquinamente sus manos.
Ni siquiera es feroz.
Es como el agitar caótico de un avispero.
Como la reacción malsana de un egoísta niño asustado que no quiere reconocer que lo esta.

En el final, en la resolución, Chloe esta de vuelta en nuestros brazos ilesa y el tormento y el pandemonio es desterrado, entre fuego y rayo, de los habitantes de la ciudad.

De los tres conjurados que intuimos que debíamos encontrar, encontramos tres cadáveres.

Y sin embargo aunque victoriosos no me quita el paladear agridulce que sube en mis sentimientos desde la boca del estomago y que instala un malestar permanente en el pecho.
Se imprime a esta aventura el carácter lucido de la rememoracion de las palabras de Dora, que se repiten y que dicen que el Pozo es la fuerza de una Idea de la Razón.
Las Ideas no se las destruye con hechizos, garras, espadas o la aniquilación de sus objetivos.
Los Ideales son a prueba de todos esos  métodos.
Debemos recordar la enseñanza de Thiess el grande.

A las Ideas se las asfixia, se las empequeñece, se destejen, se las conduce al borrado en el lecho del Olvido.
Estas que crean Monstruos de la Razón lo merecen y lo merecen doblemente y una vez mas.
Hasta que no existan en ningún sueño. En ningún destello de la musa. O en una simple historia en un libro. O en un diario.
Quizás esta sea la batalla de las mas difíciles que se pueda llegar a librar. Se libra en todo tiempo. En todas partes. Con el peligro doble de recordar o de olvidar que lo que no esta exterminado.
Y si estas oyendo la historia y te preguntas cual es la razón, hija mía, esta en que aun hoy en mis postreros días la batalla no ha terminado.
El Pozo sigue escavado y el gusano ciego de la Idea anida en otro discípulo.
Se retoma la lucha hacia el olvido.
Alguien tiene que recordarlo.

25/3/12

Un Huevo se abre en Cocodrilopolis

Es tan grande como Anibal y os recuerdo que él es un pequeño gigante.
Y aun así, así es, corona la sala con una amplitud que apenas podría ser abarcada por varios brazos.
Iridiscente y multicolor su superficie rompe la monotonía de la vista con cambiantes facetas de materia y forma como si no existiera una área realmente quieta, si no un mar.

No existe la banalidad de poder asociarlo con una reliquia de dinosaurio o cualquier otro ser que por la factura del poder divino se haya hecho terrenal.

Una unicidad simple lo impregna, de ser el primero y único en sus especie allí y ahora, y eso excita las fibras aladas, de contemplador de descubrimientos, de los presentes.

El principesco Calin, investido de la exótica traza del gran Amin de los Mamelucos, lo guarda en la principal sala de su magnifico y laberíntico palacio, como un bien preciado de la hadas con lo que si lo podrías identificar, no en vano aun estábamos en este largo sueño.

Pero aun siendo irrenunciablemente feerico también esta dotado de esa consistencia frugal de lo humano: blanda, curvada y frágil.

Asistir a su nacimiento encanta imágenes de tensión por la incertidumbre de ver que brotara y de gozo alegre por la vida nueva o de la que sera vista con una distinta mirada.

Con cada tono de sonido o cada fluctuación de inadvertido resplandor  fulgura y ese fulgor incide en Elizabeth.
Aun habiendo tan magníficos cuadros como lo eran el mismísimo entramado del laberinto que nos rodea, la estancia regida por la evocadora presencia de la figura de Calin tocado con su mejor traje y turbante o las siluetas imponentes de Charo, Ariel o Anibal, nada puede eclipsar su presencia.
Por instantes acabamos siendo reducidos a meros figurantes en el acontecimiento realmente relevante.
Elizabeth Dyke y el embrión que estan escondiendo lejos de aquellos que lo quieren tomar.

El contorno onírico se satura hacia la hipersustancia de algo mas solido encaminado a través de lo real.
El germen estaba quieto en su cascara y Elizabeth lo órbita con la impresión engañosa de separación pero si plegas los sentidos a un solo foco entiendes su unidad.

El ala protectora de sus guardianes: Amin del huevo y Joseph de la sencilla joven esperaban algo como esto.
Un detonante que se presenta.

Quizás es el idioma de los sueños que ejecuta en el tiempo justo sus hechos.
Quizás son las cualidades convocadas con nuestra llegada, ida momentánea y revelación las que otorgaron momento a las circunstancias.
Quizás es el peso de las palabras portadas, las palabras deseadas, y las palabras desconocidas las que despertaron la oportunidad.

La vaina se hiende e impele un acelerado proceso del alumbramiento que gana las sensaciones no escritas del resguardo y la protección instintivamente cuando Anibal se da cuenta, ligando bautismo y nacimiento fueran eclosionados al mismo tiempo.
Nombre y Criatura vienen a la vez.
Algún día comentare el resultado de la reflexión, acompañada por un buen chuleton y varias cervezas, del efecto místico que Anibal hubo convocado al hablar, pero aun así Victoria me sigue resultando un nombre especialmente hermoso.
Aunque no sea realmente preciso.
El verdadero, el completo: "Victoria Definitiva de Osiris" es mas profundo y te hace retener el aliento para meditar.

Victoria es una criatura fundamentada en las formas de sonido romo de los trozos de la cascara al romperse y en los matices de la primera impresión de los rasgos alimentados por la ferviente imaginación de los hombres acuciada a expandir y expandir los limites de lo que se puede vislumbrar.
Quizás piel de cobre azulado o capas multifacetadas de cristal blando. Ojos alienigenas e insectoides penetrantes y facciones sustractoras del aliento y nunca vistas y también a la vez inequívocamente familiares.
Quimera, espejismo o verdad por fin mostrada este avatar que nace es también Elizabeth saliendo de su crisálida.

Flota momentaneamente hacia arriba el poso de gravedad de unas palabras que con el corazón saque de mi en la danza que enebro Pola en la posibilidad mas pequeña y que por mi ingenuidad clamo por mas Daimones.

Es cierto que la Realidad se inunda de ellos. Es cierto que de una y otra vertiente.

Sin embargo este lugar y momento no son míos.
Es Calin el que ha incubado y protegido el huevo.
Es Joseph el que guardara a Elizabeth.
Fue Pola el que pensó bondadosamente en mi incondicionalmente, mientras yo pensaba en mi solamente .
Afortunada viajante soy de estos verdaderos momentos importantes pero empiezo a pensar que solo por casualidad.

Sin embargo hoy brilla el color de la Victoria recién nacida y la profundidad de su existencia difícil de imaginar.
Acapara la alegría y merece la pena.
Y así aun se me filtra el peso de la responsabilidad.
Cumplir aquello que fue acordado.
En Tana o en Eren Vej o en Cnossos o en Paris,
El compromiso es el mismo.
Disputar al Mal el derecho a seguir luchando.
Pero cada vez lo entiendo mejor y descubro que antes lo entendía mal.
Cada vez lo entiendo mas. Pero no por mis actos si no por los de los otros.
Y me siento como si se aproximara el tiempo.
En parte como si fuera tarde. En parte como si fuera inminente.
Como cuando vimos el huevo nada mas entrar.
Esa tensión de un suceso que se va a presentar.
Pero con la idea imprecisa del misterio.

Despertares a la Sombra de la Esfinge

Del buen y mal sueño puedes recoger los vertidos derramados por sus venas.
Estados febriles volcados sobre las encrucijadas donde se encuentran los soñadores.
Los contemplas en una etérea copa, a veces de hueso, a veces de marfil antes de beberlos.
El brindis se prepara en un improvisado circulo de lechos, que para el momento, se convierte en una puerta a un instante y estado concreto de una persona unida a otras mas:

El sueño del Hombre Malo.

Como la calentura, la ensoñación sabe ardiente, caliente en los detalles y reveladora en su toque, pero sin embargo, la vileza que a veces puede poseer y ser saboreada como la bilis, goza aquí de extensos campos propios que desdibujan las posibilidades de purificación.
Son sumideros.
Como huellas de un punzón horadando Pozos.
De ninguna forma inermes. Vivamente activos y actuales salpicando en tu mente. Aunque estemos sacando el cuerpo por una ventana hacia el pasado y se nos antoje que aun estamos protegidos bajo el interior de los muros.
Partimos del foco que el alma de en cristal del Hombre Malo dejo a nuestro alcance para despertar en este paisaje de conectivo de miradas de imaginaciones. Un sueño engrandecido en la acumulación de ensoñaciones que sus visitantes tejen lo largo de la eras.

Dentro y bajo la oscuridad de la vigilante Esfinge.

Este es  un resguardo de memoria atemporal. Viviente.
En la noche y el día aun la imaginación de los participantes acuna la contemplación de estos lugares en un punto pinacular de la historia.
El cruce del latido de esta Obra inmortal del genio humano con la mirada de hombres y mujeres de allende los mares a los que separan las naciones y los nacimientos.
La peculiar calidez y acritud envolvente tersa las tinieblas de la noche en el desierto próximo en el que se contornean las pirámides y a lo lejos, al otro extremo la bulliciosa ciudad.
Sintiendo como si los cientos de años vislumbrados a través de sus siluetas cobijaran la mas próxima familiaridad.
Extraño fuego entre el pecho y el estomago.

Al surgir del protector vientre de la vigía nos sumergimos en los pequeños detalles que remarcan la identidad de esta evocación en la umbría.
Lucha y conflicto. Quizás magnicidio. El choque de un mundo nuevo con un mundo antiguo el día que Napoleón trajo su invasión al anciano Egipto.
Pero, aunque haya diferencia entre estos cosmos, imperturbable es el hecho que en ellos medran monstruos. Los Monstruos de la Razón, ocultos entre los insignes Ciento Cincuenta y Cuatro incubando en el seno de la magna expedición.
Estas criaturas larvan en el sueño y se cruzan con nosotros en las parcelas de aquellos que estan conectados a esta época como la Hambrienta Dora, siempre tan ávida de Ariel, o el mismo Hombre Malo, o Regina.

Buceando a pulmón desnudo en la patina de los recuerdos imaginales de los allí y entonces presentes entra la desagradable corrupción del paladeo de los sueños que es el saber del concepto del Pozo.
Tan podrido interiormente que no es fácil distinguir lo que los separa de los Egocéntricos Malditos a los que se dicen tratan de combatir.
El orgullo y la blasfemia y la voraz oscuridad se pelean con amor y plegaria y la luz del fuego y no con su negación completa y con la profundización del pecado y la tortura y la muerte de los inocentes.
Cierto es, que esta es una ilustración adquirida a través del filtro de los vapores soñados, pero en nuestro deambular de aquí y allá dentro de la gran historia abrazada a todas esas otras pequeñas contiene la sensacion de la verdad.
Son esas gotas de congoja que enturbian un firmamento de magnifica visión y lo empañan con sensaciones agridulces sino amargas .

Chloe no es ninguna de esas figuras que bordean en cielo, o en las calles o entre las tiendas.
No esta en una de esas conversaciones que se hacen comprensibles bajo el espectro de un mundo de imposibles.
Sin embargo, alborozadamente si lo son las noticias sobre Calin y para mi total confusión también Joseph.
Cuando el viejo y arquetipico cotilla al que sonsacar cosas, nos dice que nos va a poner en contacto con el Protector no esperaba ver entrar a Joseph esplendoroso en un dieciochesco atuendo de aventurero, sombrero sin pluma, espada al cinto y cicatriz en la mejilla.

Tiemblo tanto entre la emoción y el miedo, entre la atracción y la preocupación que desbordo tanto mi control personal que ni me muevo ni puedo hablar deseando después no aparecer tan tonta como estoy siendo.
Pero en este sitio de cambios tan bruscos como es el sueño y de criaturas tan extremas como Bertolet y Dora no hay capa que oculte la verdad.
La de la inconsistencia que me es nata y del esfuerzo alerta con el que no puedo dejar de bregar y bregar para no arrastrar a quien esta cerca hacia el Agujero.

Necesidad de Sabiduría que se que es lo que en susurros y miradas y a veces abiertamente se nos pide.

Las sombras de la mirada de la Esfinge proporcionan visiones enigmáticas como el deseo perentorio de morir del Hombre Malo o la ternura ofrecida en los rasgos casi cubiertos por completo de voracidad inhumana de Dora al ayudar a Ariel o la verdadera negrura que exuda la Razón de Ser del Pozo.
Y también la de no solo la estampa de un hombre de audacia y capacidad revestido con ensoñadoras ropas y talantes, si no el aura bajo la lente imaginal de su persona firme al tanto de Elizabeth, y mano derecha de Calin príncipe Amin, protegiéndola y arropándola con la naturalidad de quien se revela de su ser o mas fácil e incompleto de decir es su ser.

Visiones misteriosas que cuyo arcano consiste en que cambias por ellas o te niegas a cambiar al traspasar la puerta que guardaban.

Aunque las huellas de la acción se trasladan hacia otros derroteros y la atención se esparce por un millar de nuevos detalles emocionantes y tétricos, una luz de candela dejo encendida en el camino alumbrando este punto de la escena en la vida.

Siempre me a atraído la promesa de seguridad y protección en los hombres y mujeres que he deseado pero no es cuestión de absorber una ofrenda inmensa para ver si puede rellenar la profundidad de la perdición.
No es amor. No es cariño. No.


La sensacion cohibida de no lanzarme como acostumbro es intensa.
No de evitar buscar el amor, no es eso.
De confundirlo con el hambre de otros deseos de mi ser.

A veces me pregunto si actuó consciente o inconsciente en la lucha con el destino que se me ofrece.
La misericordia, el deseo de compartir incondicionalmente, la voluntad de dar todo de sí mismo y la generosidad sin límites, la extrema compasión esta en todo momento junto a mi. Ese es mi sino.
En lo divino. En lo humano.
En los que me quieren.
Pero ¿Y en mi?
¿He vivido tanto que soy una eterna adolescente con el deseo feroz de que no que no muera esa nubilidad ególatra?
¿Engaño una y otra vez al rito de madurez, a mi misma y a los que me rodean?

Me digo que lo intento.
Pero no es intentarlo.
Amar es amar.

Otras tareas y preocupaciones llenaron los costales de lo que paso. Alforjas a vaciar y descubrir luego. Pero y de los ojos... De los ojos de aquellos que están despiertos.

Los ojos de la estatua milenaria me miraron.
Los ojos de Regina me miraron.
Los ojos de Joseph me miraron.
Me miro y me veo a través de ellos.
¿Que ves Gabrielle?
¿Que haces?
Buenas preguntas.
¿Y las respuestas?

12/2/12

La Grieta de Cristal y el Hierro del Demonio

La grieta esta en la pared de mármol blanquecino del Hall, que decora entre la recepción y la primera escalera del Hotel.
Sin embargo en el Hotel Imperial de Annecy pasa inadvertida para todo el mundo que viene y va por la estancia.
La estamos vigilando por turnos hasta la saciedad.
Es porque si hay algo que tengo seguro es que dentro, sea lo que aparezca al otro lado, existe un objeto similar en función y características a los colgantes que Anibal nos fue con el tiempo dando. Estos que contienen una chispa de arrobo del Protector de nuestra casa y de su protección.
En una ínfima parte ese manto penetra la hendidura hasta mas allá.

¿Quizás proteja a Chloe?

Es un poco confuso, pues Anibal no recuerda haberle fabricado o dado uno a ella y yo creo recordar que en la ocasión de la boda rechazo el mio.
Por convicción no quiso tenerlo.
Pero por las palabras de Pascal, aun pudiendo tener mas significados que el meramente físico, ella esta viva y por el hecho, de ser nosotros los protegidos por la casa, los únicos aun teniéndola presente la pista que tenemos tiene que tener un valor crucial.

Es un estrecho hilo a través de una mancha en la piedra, mas una herida que una veta nueva y diferente, que lleva a un otro lado desconocido pero con inquietantes  matices.

Lo primero es lo indeleble que la ves en tu cabeza una vez que la has hecho presente.
Como si fuera una raya quebradiza en un cristal.
Pero también esta después, ese cierto sabor ominoso inherente que le da su huella personal.

No es que no pueda sintonizarlo y ser certeramente consciente de todo su detalle, es que de alguna parte de mis huesos, desde la médula, hace superfluo el esfuerzo.

Siento Muerte pero no lo digo.
Por el poso de sentencia que tienen las palabras y la fuerza que se asienta cuando son liberadas a los vientos.
Es algo supersticioso, lo se. Me da igual si hay un error en la lógica.
La fisura se une de alguna forma a Chloe y hasta que no sea el momento no asociare con ella lo que no esta confirmado.
Lo que pienso es que aquí y ahora, esta sensacion debe tener otro significado.

Pienso, mientras la vigilo, que una parte de la impresión la derramo Anibal con su gesto poderoso, de ir, de alargar la mano, y de traer haciendo los viajes importantes que conlleva, a un ser querido de mas allá del Olvido.

Si. Hemos encontrado y conocido a Madeleine y hay que decir que si, que ella nos ha reconocido.
Supongo que suena algo desconcertante.
Entenderlo así por que así es.
Estaréis sumergidos en el brumoso mar de incertidumbres y pestañeos desorientados en el que nosotros entramos hace apenas cuatro horas cuando ella misma se presento, junto a esta misma rotura en este mismo salón, en dulce carne y hueso, sonrisa e inteligencia.
Personalmente he decidido tomar hacia la superficie y flotar y nadar con las corrientes.
Ella esta aquí y la queremos y amamos y ya esta.
Me siento mejor teniéndola con nosotros que con que no, y sabiendo como se ama esto es todo lo que se puede explicar.

No. No es esa la impresión que me crispa los dedos sobre el roble de la vara.
Es la sordina de poder desatado detrás de ese corte en la pared.
Poderes que tienen consigo a Chloe fuera de la existencia protegidos con la mayor impunidad.
Afortunadamente, gracias oh Poderosa, no con toda impunidad.

Estamos junto a las puertas acristaladas del establecimiento, que se abren a los brillantes jardines de verano, cuando un efecto sutil se empieza a hacer demasiado patente.

Es el instinto.
La gente se ha ido y sigue iendose con una resolución sin mas sentido que el fuero interno de una voz atavica que les llama diciéndoles: vete si quieres sobrevivir en cuerpo y alma.
Los diletantes, los turistas despistados, los rezagados, los trabajadores, todo el mundo gradualmente pero de forma vigorosa encuentran algo que hacer en otro lugar.

Quizás han sido cinco  minutos, no estoy segura, quizás solo esos latidos preciosos que te libran por los pelos.He tenido demasiado dividida la concentración entre la grieta y la decisión de lo que fuéramos a abordar como para asegurar.
Pero no puedo describirlo con nada mas sobrenatural que ese silencio súbito posado de repente sobre un lugar.
En mi tierra de nacimiento y en boca de mis viejas tías difuntas, en paz descansen, se dice que pasa un ángel.
Nada mas cierto y al tiempo retorcidamente estirado.

Por las estancias de este hotel de élite de los Alpes, en temporada alta, se cuela el herrumbroso quejido de un metal de ninguna forma de germinado sobre esta tierra y este plano del existir..
La muerte cabalga en esos ruidos que se aproximan convertida en un corcel de hierro maltrecho y maliciento cruce entre una fiera de los albores del mundo y algo que no sale mas que en las pesadilla.
Su vello es como escarpias retorcidas, sus dientes se exageran en una mandíbula de inconcebible funcionamiento, su quijadas descoyuntadas no paran de intentar asentarse y sus ojos, si pudiéramos llamarles ojos, no tienen vida aunque todo lo observan tiznandolo con la mayor de las malevolencias

Busca la grieta y de arriba a abajo, de fuera a dentro sabemos, por que es un saber profundo y antiguo, que no es bueno.

Charo me cuenta luego, que esto es solo la piel del demonio, cegada y enloquecida por el mal destino de su dueño, pero seguramente así mucho mas peligrosa por estar famélica de amo y propósito .

Quizás es por estos conocimientos del alma, mas sagrados que intelectuales, que los miembros de su familia, la sangre de su sangre, lucha tan bien con estos seres.

Por que aunque unos largos y eternos instantes pareciera que hubiera caído sobre nosotros una lentitud espesa, solo se trataba de la cautela vigilante de los cazadores antes de la inminente refriega.

La abominación demoníaca es la primera en actuar, simplemente por que esta afilada a cumplir un único pensamiento, llenarse cebándose de una vitalidad y un fuego claro u oscuro, le da igual, ya no distingue entre el sabor y el hambre, que le consiga otra vez una razón para existir.

Lo que nace es una tempestad de movimiento exacerbado en el que restallan las formas humanas, cuasi animales y delirantes enfrascadas en un torbellino que lanzado contra la grieta la abre de par en par.

El crujido del cristal que nunca ha conocido significado, esencia sin marca en bruto de la fuerza vital desprendida de los seres tras la muerte, es estremecedor y mas en cuanto la inundación de las miradas con el brillo de, paredes y suelos y techos de inabarcable coagulado espejo y cristal, nos alcanza.

Los luchadores trasladan al interior el arquetipico combate entre un extremo y el otro y todo lo que esta en medio y es una batalla física, pero también espiritual y de la cordura.

En ella cada contrincante toma su decisión como única.

La Abominación trata de sobrevivir a la inevitable curso de la casualidad.
Ariel carga su espada imbuido del furor de los dioses contra la criatura rebelada contra su destino y no ceja.
Anibal conduce las energías descarnadas y amorfas que nos rodean hacia un el significado de muchos matices de la victoria. Misericordia, Muerte, Salvación y los otros nombres que residen en su mano tatuada.
Charo protege a sus valientes y pincha al Demonio como una y otra vez ha hecho ya.
Y yo guardo la puerta, trabandola abierta y arrebatándola al poder que creo esta caverna de muerte y congelado ultimo aliento mientras casi igual de momentáneamente ciega como un filo busco rastro de vida en el reaparecido comedor.

Y es el resultado final que la única vida que capto es la incrustada en una facetada gema que sobrevive a conflicto que acaba con una espada deslomando al ser en dos y la completa metamorfosis de la material egregórica en los restos metálicos de la carcasa demoníaca que sobrevivió.

Hierro del Demonio.
Forjado en un fuego frio, en la fragua de los muertos, y al golpe de la espada.
Botín de la guerra que acabara.

Cuando el silencio esta roto con los ecos de nuestros resuellos graduados y la situación impone que nos marchemos de allí aceleradamente, del evento sacamos:

Un sueño con los rostros real y alegórico de nuestros antagonistas.
Un colgante, como los nuestros, de una esfera lunar desconocida para todos pero indudablemente creado por las manos de Anibal.
Y el alma del Hombre Malo, auto preservada por si mismo ante la inminencia de la muerte y grabada con el epitafio de un grandilocuente:

"Esta piedra fue arrebatada de las garras de la Esfinge y pertenece a las lagrimas del Hombre Malo".

El cansancio, la reverencia a los que se fueron, las esperanzas renovadas, el animo y el asombro y las docenas de dolores y gozos de todos los días no los extiendo.
Son pan de cada día y nuestro alimento.
Vida al Corazón directamente del Fuego.

5/2/12

El Extrañamiento de Chloe

Es de Madrugada.
Le veo una costumbre a venir a ocurrir cuando se prepara a nacer el alba.
Estoy despierta por simple casualidad.
Esforzada a base de brebajes y hechizos a ganar tiempo a lo limitado de los días.
Hay tanto libro que aprender, tantas tareas de maternidad que cumplir, tantas responsabilidades de mago que completar, que el te con jalea y ese chorrito de algo mas, se han asentado en la rutina como un miembro mas de mi paisaje.
Como seguir y madrugar aun teniendo al bendita ayuda de Marion esta semana y su escapada de chicas. Se que Annette esta bien allá donde quiera que hayan ido y que quizás es bueno un poco de liberación de mi mirada de madre, pero aun sabiendo la planificación de los meses venideros de estudio en Oxford, no puedo evitar el emborronar el texto que debería estar leyendo imaginando lo que habrá visto y vivido mi pequeña.

Así me pilla Ariel antes de que lo extraño que esta ocurriendo se llegue a manifestar.
El ver llegar caras conocidas activa en mi confortables mecanismos de actividad.
Es muy pronto para activar los pensamientos por lo que vago a través de la paz de hacer café y la charla interesante.
En seguida comienza el estallido de lo anormal, apareciendo Charo en la escalera con la demudada expresión de turbación de que algo no va bien y es con Calin.
El ceño afinado de mi interior se frunce cogiendo esa preocupación que también es de Ariel o mía.

Es en ese momento cuando nuestro Junio en París se torna completamente raro pues comienza una nevada y la caída de granizo de una sustancia como ceniza desconocida y amorfas piedras de sustancia sin sustancia.
Es como un rebote de un acto mas brusco y acelerado, que se explica cuando Anibal también alterado regresa a casa desde un viaje a ultramar.

Empezamos a entender que estos pedruscos en blanco son los restos de la arañada corteza que el gesto similar a meter el brazo en un barril repleto de hielo a sacar lo enterrado han forzado. Pero esto no es hielo. El hielo sabe que los es. Esta materia espera con acerada empatia a grabarse con la impronta que sea pues no tiene nada mas que nada.
Tampoco el nombre que anida ahora en la mano escrita de Anibal saca a la luz ninguna pista clara capaz de explicar lo que esta pasando.

¿Quien es Madeleine?
¿Por que su nombre reside ahora ahí?
¿Por que sabemos que ayer su nombre no estaba pero a la vez nos es tan familiar?
¿Por que de todas formas no parece en el Onomasticon fuera de lugar?

La sensacion incomoda de tener en la punta de la memoria o de la mente o del propio espíritu el reconocimiento de alguien al que no llegas a tocar mas que en el hecho que lo intentas, es muy fuerte, pero al mismo tiempo tambien lo es el que recibes la sensacion de que cada vez estas mas cerca.

Entonces llama Jason Gibbons, el padre de Chloe, con la historia de un sueño inquietante a medida que lo cuenta y que hace la situación escalofriante.
Jason nos dice que acaba de soñar haber tenido una hija llamada Chloe, y que aunque lo cierto es que no tiene hijas, el evento ha sido tan vivido y tan real que nos ha llamado conocedor de que acostumbramos a tratar con asuntos de este cariz.

Lo mas perturbador es la angustia con que aun sin decirlo a la cara esta preguntándose si por un momento la duda hincada en su ser es cierta, y que el temblor incomprensible de su ser no puede ser falso.
Son instantes de tragar saliva y embargarte de una frialdad que pueda contener el fuego iridiscente de dentro por que si no puedes hacer mucho daño a quien no lo merece.

Chloe sale en nuestras fotos.
Bailando en la boda de Marion con la Tropa Escocesa y expresando su aburrimiento una vez que la llevamos a pescar.
Ha comido aquí.
La hemos visitado en su casa.
Esta bajo la custodia del Comisario Rellan...

Pero él tampoco la tiene en su memoria.

Es mas que un olvido.
Es tajo y una extirpación de la existencia y un hacer desaparecer la herida como si todo no existiera.

Por nuestras miradas compartidas en el silencio, si sigue en nuestras cabezas y corazones pero la conmoción del padre que esta frente a nosotros, en nuestro salón, sin filtros o embaucadores de ninguna clase, es pura y sincera.

Con ligereza y tacto se va descubriendo que el extrañamiento de Chloe no es limitado a pocas personas o a esta ciudad si no que es casi universal.
Empezamos a certificar la creciente sensacion de que para el mundo, a excepción de las personas que nuestra casa protege, Chloe no existe ni existió.

Algo que estrangula mi estomago.
Primero Calin y ahora se amplia a esto.
Un punzón de pánico se filtra por debajo de la entereza que tanto cuesta levantar.

Hacemos cientos de llamadas y comprobaciones y preguntas que para algunos interlocutores pueden ser absurdas pero buscar si alguien mas ha corrido la misma suerte es como una batalla que librar a la desesperada.
Al final el hilo etéreo que conduce a Madeleine hasta nosotros y a nosotros hacia ella el que nos guía hacia el sur en el mapa y hacia los Alpes y sus estribaciones.

La población de Annecy es el saber que se nos ha otorgado.

Allí hay mas relacionado con las fuerzas que Anibal ha tocado y con la aparecida Madeleine y con la Extrañada Chloe.

Me preparo en cinco minutos para la partida, en cierto nivel nerviosa e inquieta por dentro al considerar el enfrentamiento a algo tan desconocido. Gotas de calma me atemperan la sensacion sabiendo la lejanía de los que esta pasando de Annette y Asier, de Pola y Marion y Santiago y Mina y los niños, Los Chicos de Tana y si también de Joseph.
Como Annette el también emborrona mis lecturas de madrugada con intentos simples de imaginar lo que estará soñando y pensamientos tiernos de como habrá sido su día.

No es suficiente para la relajación de mi nudo, ni cuando despegamos ni cuando llegamos.

Pero la mano reconfortante de Pascal esta encima de lazo en mi interior calentando con sus palabras referentes a que Chloe esta viva y que nada deja de existir.
Y la mirada recordada de un padre a una hija y viceversa arde en mi cabeza moviendo mis voluntades

29/1/12

Entonces se desvanece

Al final de estos mis días, con la venia de la fortuna y la trabajada derrota sobre la pereza, acabo nadando en la abundancia de recuerdos.
Y es curioso que, justo en este tiempo, algunos se aparecen con una frescura sorpresiva, como si fueran nuevos, muy nuevos.
Comprenderéis que es una percepcion subjetiva sin mucha base para transmitirla.
Que es la sensacion de que sus luces y contornos destacan sobre otros que los tienen mas sobados haciendo que, sus retablos de imágenes y sensaciones, me aborden como venidas por primera vez.
Es esta danza de tu vida, vuelta a poner en marcha en el salón de la memoria, el cual se queja por haber tenido que soportar estas cargas ignotas por tanto tiempo y que provoca una estimulante confusión y estremecimiento que barre la rutina enemiga de un plumazo.

Una excitación mas que se acumula en la luminosidad de este mi invierno.

Al filo de la ultima edad, con mis días en el ocaso, que una y otra vez se inflame la chispa del asombro se agradece como muchas otras cosas no tan pequeñas.
Estos son pensamientos que con tanta facilidad puedo compartir con mi benjamina, a la sombra tranquila de las vistas circundantes del Lago Tana, y que se convierten en historias descaradas en sus manos de fabulista.

El reto del día. De los días, mas bien, por la cantidad de historias incoherentes que voy balbuciendo como si fuera extrayendolas de una tormenta, pero que al paso de las horas se van aposentando en una bien trazada linea.

Una linea entre lo soñado y lo despierto. Entre lo seguro y lo incierto. Una linea de Vida.

Casi toda la raíz de las palabras es mía, pero suya es la proeza de ponerlas en contexto y de su exquisita caligrafía.
Me he puesto en sus manos de literata, que mejor puede hacer una madre orgullosa de sus hijos, y hemos surcado el dictado de las huellas que en mi cabeza están surgiendo al descubierto de manera inesperada.

Mi hija mayor opina que debería ahorrar fuerzas y dejar vagas e inseguras fantasías descansar en el olvido. Y en parte se que tiene razón, por que en su cara se lee el espejo del dolor que transmiten algunas de mis palabras.
Su dedicación es genuina y sus cuidados tan necesarios, pero no obvian que tantos cabellos blancos que me aureolan no siempre brotaron por la sensatez mas acentuada.

A la noche, concluida su salida de pesca, mi esposo me proponga, como su talento siempre hace, una mejor posibilidad, pero por ahora el dia despunta y al calor del Ecuador y de los correteos traviesos y risas ganadas al viento de los nietos, sus amigos y conocidos, eliminan las precauciones y sacan de mi los giros de la rememoracion que estaban envueltos en ocultas telas.
Y eso debo decir que me ayuda.

La memoria no es una piedra que ya se dejo por imposible el continuar nuevos rincones donde aventurar.
Aquí están estas historias y por la Madre Regente, a mi me gusta hablar.

E inundada de olvido y ofrecida la oportunidad de abrir la compuerta que dejara al descubierto los secretos dormidos no puedo dejar de fluir el curso adormecedor para que lo oculto debajo despierte.

Entonces se desvanece cualquier impuesto palio que oscurezca la cruda pero sana verdad.

Claro que, las escenas y las historias se zarandean entre el después y el antes y creo por el poder del sentimiento de la fe en mi pecho en lo verdadero que hasta ahora habéis oído las partes en el orden correcto.
Aquí viene, por lo tanto, la razón de este lapsus.
De este, interludio como bien apunta mi hija, de explicación.

Y es que se que todo esto ocurrió y es verdadero.
Pero también se que no es la memoria la que me dicta como es en verdad.
Son otros recovecos en el alma, que traban las imágenes y los sentimientos en las estampa con las que es tejida la expresión de realidad.
Me pongo aquí a hablar en medio, por que este es el punto ciego, en donde a la historia las cosas les da por cambiar.
La que trasteo con nuestra mente, no es nada sutil ni amable en realidad.

Lo que debéis entender es que lo que ha sido contado hasta este momento que ocurrió en Oxford siento en el corazón que es verdad. Ha sido todo verdad. Con lo claro y lo oscuro.

Y también no debéis sentir turbación si al contar lo venidero hablo como si  esto primero no hubiera ocurrido jamas.
Lo uno y otro comparten nicho en mi memoria.
Así de difícil es a veces vivir este tipo de vida.
Convives con un truco de prestidigitador a escala daimonica.
El ocultamiento completo de un espejo muy bien hecho que no deja alcanzar a la luz a los hechos.
De tal forma que no existen para ti de ninguna forma.

Por eso lo que narro viene del corazón. Es la mejor y única forma.
Es así solo como entonces, la confusión, se desvanece.
Aunque por desgracia quede pendiente en algunas veces.